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En estos momentos de incertidumbres y dudas en el entorno del Real Salt Lake, de la MLS, y de la crisis sanitaria, económica y social, provocada por la pandemia del Covid-19, quiero aportar unas reflexiones que nos permitan ver más allá de la niebla que tenemos delante. Prefiero una visión optimista con el futuro de la franquicia de Utah en la MLS, a medio y largo plazo, no sólo por mantener viva la esperanza y la ilusión en el club que se ha hecho un hueco en mi corazón desde hace más de tres lustros, sino porque con sinceridad así lo creo.
Si analizamos en donde estamos ahora, a inicios del mes de febrero de este recién estrenado 2021, que no está siendo mejor que el año anterior, podemos ver que la pandemia del Covid está empezando a declinar de manera considerable en todos los países en los que se está vacunando a un ritmo razonable y necesario. Ese es el caso de EE.UU., y en especial con el cambio de Administración y la apuesta del presidente Biden por centrar todos sus esfuerzos iniciales en tomar todas las medidas preventivas para luchar contra el Coronavirus.
Creo que no es caer en triunfalismo, si pensamos que para antes del verano se pueda alcanzar de la inmunidad de rebaño o casi, y que se consiga recuperar la casi normalidad para la asistencia a los estadios y la apertura de los negocios de restauración; aunque seguro se mantendrán algunas recomendaciones sanitarias, como el lavado de manos y uso de mascarillas en altas concentraciones de personas. Esto será fundamental para la MLS y para el propio Real Salt Lake.
La amenaza del cierre patronal y la vuelta de la afición a los estadios
Recordemos que esta liga se ha basado en consolidarse con una apuesta en que cada franquicia sea dueña de sus propios estadios. Eso las hace más sólidas financieramente, pero también más dependientes de sus inversiones inmobiliarias y rentabilizarlas. En ese sentido, y a diferencia de muchos otros analistas, yo me sitúo del lado de la MLS y los dueños de los equipos en el conflicto que mantienen con el sindicato de jugadores por la renovación del convenio laboral que les une (CBA, por sus siglas en inglés).
Creo que la pérdida de casi 1000 millones por la accidentada temporada de 2020, y el quebranto que todavía tendrán en este 2021, son razones más que suficientes para prolongar el actual convenio un par de temporadas, hasta que las cosas vuelvan a la normalidad. La MLS está en grave riesgo económico, y los jugadores deben ser conscientes de eso. Me parece que el no ver reducidos sus salarios (como sí está pasando ya en ligas profesionales de otros países), es un gran logro y compromiso de la liga.
Es cierto que la mayoría de jugadores de la MLS tienen unos salarios bastante bajos con respecto a la media de otras ligas profesionales en EEUU y a nivel internacional, pero se debe reconocer también que no es el mejor momento para negociar un nuevo convenio más favorable. Espero que haya acuerdo entre la liga y sindicato de jugadores y se inicie la pretemporada como está previsto para finales de este mes. La temporada regular debe empezar en abril y esperemos que ya con algo de público, y que se vayan incrementando según vayan avanzando las semanas con más gente vacunada.
Futuro esperanzador para el Real Salt Lake
En cuanto al Real Salt Lake, tenemos varios motivos para ilusionarnos. Lo primero es que es buena noticia que sea la propia MLS quien se haga cargo de vender la franquicia. Por razones obvias, de mercado pequeño pero ya consolidado, con estadio y academia bien establecidas y gestionadas, hace que se mantengan intactas las posibilidades de que la franquicia siga con dueños afincados en Utah, nacidos o con fuerte vinculación al Estado.
Ryan Smith, el actual máximo accionista de los Utah Jazz, parece que sigue siendo la primera opción, aunque ya se conoce el interés de otros importantes empresarios locales. Particularmente, me gustaría que el club monarca fuera controlado y gestionado con gente que venga del deporte, por eso Smith sería la mejor opción por las sinergias que se tendrían. Pero me gustaría que los rumores de la vuelta e interés del fundador Dave Checketts con un grupo de inversionistas se hicieran realidad.
El estilo a seguir debe ser la vuelta a la edad dorada del club
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En cuanto a los aspectos de gestión y deportivo del club, creo que no hay mejor estilo que recuperar la esencia de lo que fue el quinquenio dorado del equipo, de 2008 a 2013. Hay que volver al estilo de gestión que marcó Garth Lagerwey en los despachos, Jason Kreis en la cancha de juego, y Dave Checketts en la dirección y propiedad. No hay que inventar o descubrir nada, este club fue tremendamente exitoso y marcó una época dominante en la liga MLS.
Recuerdo el texto que se leía en las paredes de los vestuarios del RSL: El equipo es lo primero. Es decir, hay que fichar jugadores que construyan y tengan una idea de conjunto, sin gastos en superestrellas que busquen su lucimiento personal y que supongan un quebranto para completar una plantilla equilibrada. Nick Rimando, Kyle Beckerman y Javi Morales, entre otros, son el ejemplo de sacrificio, honradez y profesionalidad, de todo aquella época. Hay que añadir el mantener la apuesta por la Academia y el Real Monarchs que nutran y completan la plantilla del primer equipo, además de convertirles en fuente de ingresos para el club.
Tony Beltrán, jugador integrante de esa época dorada del club y ahora con funciones ejecutivas del club como asistente de la Gerencia, dio a conocer un documento en el que se ha querido reflejar cuál debe ser el camino a seguir por el RSL con la llegada de nuevos propietarios. ‘The RSL Way’ parece que pretende marcar un nuevo estilo, para distanciarse de la era Dell Loy Hansen, con muchas más sombras que luces y de un final muy desafortunado.
El esfuerzo es loable, pero creo que no hay que inventarse un nuevo estilo, simplemente se tiene que reivindicar el propio legado exitoso del club. Es una pena que Beltrán no asuma esa era dorada, de la que formó parte, con más convicción. Y sigo sin entender, y es un error persistente en el club de Utah, que no se defienda, como parte de su diversidad, las enormes vinculaciones con la herencia hispana de la franquicia desde su creación (el nombre del Real, por Real Madrid, los colores de la selección española, Estadio Río Tinto…), así como del propio Estado (tres siglos y medio como territorio del Imperio español), viniendo él de tradición familiar latina.
Me parece evidente que la marcha de Dell Loy Hansen como dueño del Real Salt Lake no acaba con algunos de los problemas internos del club. Hay muchos de esos comportamientos y discriminaciones que siguen aflorando, quizás porque todavía hay muchos responsables de los mismos dentro de la institución. No es de recibo que haya desaparecido cualquier comunicación oficial en español, o que se menosprecie a los medios y periodistas en lengua española, como sí se nos apreciaba en aquella época dorada del RSL. No ha sido casualidad el distanciamiento del RSL con las barras latinas y la comunidad hispana en Utah.
Por eso, agradezco a esta web RSL Soapbox, a Matt Montgomery y su equipo, el esfuerzo de incorporar contenidos en español. Y, es por ello, por lo que me he ofrecido a colaborar en este nuevo proyecto que cubre un gran vacío en el entorno del RSL y su relación con la comunidad hispana de Utah. Espero que mi experiencia de cubrir al RSL desde sus inicios en 2005, como corresponsal de la MLS y para todos los más importantes medios escritos y audiovisuales de Utah en español, ayude a consolidar esta iniciativa.